El Hannal Pixán

El Hannal Pixán

 

Una viva tradición de muertos

 Uno de estos días, no estará muy nublado, sacarán mi cadáver por el portón de atrás; olerá el suelo a lluvia, lucirá verde el prado, sonarán las campanas, será un domingo más…

La muerte es tan simple como eso, fríamente un día más, de cualquier día de la semana que le toque a alguien morir, sin embargo, en México, hemos convertido la muerte en una tradición, que disfrutan mas los vivos que los difuntos.

La muerte ha sido un enigma, que desde tiempos muy remotos, el ser humano ha tratado de comprender, y en la búsqueda de ese conocimiento, surgen de las entrañas de culturas y civilizaciones, rituales y prácticas que con el tiempo se han convertido en lo que hoy, por ejemplo, denominamos Hannal Pixán.

Debemos entender que el Hannal Pixán es una tradición combinada de los antiguos mayas con el catolicismo, la fascinación prehispánica por la muerte terminó por abrazar con fervor el ritual europeo de honrar a los finados. La fecha de celebración elegida por los españoles ligó el calendario cristiano con las celebraciones prehispánicas al hacerla coincidir con la fiesta religiosa católica del 1 de noviembre, llamada “de Todos los Santos”, y con la del día 2 del mismo mes, conocida como “de Fieles Difuntos”. Aceptando en la liturgia católica, un vez limpiadas de “paganismos”, costumbres atávicas mayas.

El Hannal Pixán se celebra en Yucatán los días 31 de Octubre, así como el 1 y 2 de noviembre, con el correspondiente ochavario o bix una semana después y constituye la conmemoración mas importante que pueda hacerse en honor a las personas fallecidas.

El último día de octubre está dedicado a los mehen pixán o “ánima de los niños”, conocidos también como chichan pixán o “almas chicas”, posteriormente el 1 de noviembre la celebración gira en torno a los nohoch pixán “ánimas grandes”.

¿Cómo se prepara un altar?

Existen muchos puntos de vista y opiniones, de las cuales vamos a resaltar la que menciona una investigadora del tema, Catalina Rodríguez.

  1. Un mantel blanco o negro bordado, conocido como frontal, sobre la mesa.
  2. Imágenes de santos, alguna fotografía de un pariente fallecido
  3. Dos velas grandes o veladoras (de preferencia blancas y de cera)
  4. Cuatro jícaras (luch, en maya) con viandas como chocolate, atole de maíz, nuevo o tanchuká (una bebida de chocolate y pinole).
  5. Tradicionales flores amarillas, también llamadas xpujuk o amaranto, moradas o amor seco, rojas cresta de gallo, ramas de xiat, y a los costados del altar, la limonaria para representar la vida.

En realidad lo anterior es solamente una recomendación general pero algunas personas aseguran que colocar en la ofrenda granos de cacao o maíz, jícaras o vasos con agua fresca, bebidas alcohólicas en el caso de los adultos como ron, licor de anís como el Xtabentún y carabanchel.

Un elemento imprescindible en nuestros días, es el delicioso pib o mucbilpollo, que es en términos coloquiales un tamal preparado en hoja de plátano, relleno de carne de puerco o pollo, espelón, tomate, epazote, y algunos ingredientes del gusto de cada persona que lo prepara, mezclados con el k’ol (un atole espeso del maíz salado y condimentado), pero eso si, cocinado en unas latas como suele hacerse con la cochinita pibil, en un horno de gas, lo que ofrece a quien lo prueba, un sabor único y característico.

Es común escuchar entre los yucatecos, que sus “abuelitas” preparan el mejor de los pibes, y no es de extrañarse, pues son ellas quienes generalmente lo preparan con mayor originalidad y dedicación.

¿Cuál es el sentido del Hannal Pixán?

La creencia nos indica que los vivos, rezan por los fallecidos, ofrecen viandas en el altar, para buscar el favor de los muertos, quienes ayudan a los que están en este mundo ayudándoles a solucionar sus problemas.

El altar, significa compartir nuestros alimentos con las almas de nuestros familiares, aquellos seres queridos que se adelantaron en el camino después de la vida y recordar en familia, los valores de la unidad familiar.

¿Qué pasa después del día de los fieles difuntos?

El día 2 de noviembre la gente acude a los cementerios, arregla las tumbas de sus difuntos y se prepara para la semana siguiente, que da lugar al ochavario o bix, lo que es una costumbre menos popular, pero que se celebra con la misma solemnidad del Día de Muertos. La idea es continuar durante esos 8 días rezando y depositando ofrendas al altar, pues se cree que son los días que los familiares fallecidos permanecen en este mundo.

Sea cual fuere el motivo que cada persona le de a la celebración de Día de Muertos o Hannal Pixán, lo que es importante resaltar es la inquietante pregunta que todos nos hacemos en estos días, ¿Cómo será la vida después de la muerte?, ¿En realidad los difuntos regresan a probar los manjares preparados en los altares?, los relatos de los antiguos, que aseguran haber colocado un pan o algún platillo y al día siguiente encuentran a medio probar los alimentos nos ofrecen un misticismo especial que llena de vida, tradición y cultura a esta milenaria celebración.

Por: Carlos Varela

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