El Ateneo Peninsular
Se le conoce con este nombre, Ateneo Peninsular, al antiguo Palacio Episcopal de Yucatán, edificio que fue la residencia oficial de los obispos de Yucatán por espacio de unos 340 años.
El inicio de la construcción del inmueble se remonta entre los años de 1573 a 1579, durante el gobierno eclesiástico de Fray Diego de Landa. Su conclusión se da durante el período del obispo Fray Gonzalo de Salazar (1608-1663), quedando unido a la Catedral por el costado sur de ésta.
Muy poco de la historia de este edifico se puede conocer hoy día, sobresaliendo un hecho del 21 de noviembre de 1705 que relata el Lic. Eligio Ancona Castillo y que refiere el asalto al inmueble por parte de un grupo de franciscanos que querían rescatar a Fray Alonso de Valverde, guardián del Convento de San Francisco, quien había sido encerrado en el lugar por el Obispo Pedro de los Reyes Ríos de la Madrid.
A mediados del siglo XIX, las leyes de Reforma y su aplicación en Yucatán no perturbaron gran cosa las condiciones y el uso del predio, pues aunque se determinó la propiedad del Estado sobre él, prosiguió como residencia obispal hasta mediados del mes de marzo de 1915, cuando hace su entrada a la ciudad de Mérida el Gral. Salvador Alvarado Rubio, investido de poderes extraordinarios por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza Garza.
En efecto, a partir del 19 de marzo de 1915 el Gral. Alvarado dispuso la ocupación del Palacio Episcopal para servir de alojamiento a sus tropas, las que permanecieron hasta el 24 siguiente. Posteriormente, el 5 de junio del mismo año el militar incautó el edificio y encargó al entonces Director de Obras Públicas, Arqto. Manuel Amábilis, las reformas que dieron lugar al edificio tal y como se ve en la actualidad, es decir, la remodelación de las fachadas norte, sur y poniente y la apertura de una calle que lo separase de la Catedral.
Posiblemente el edificio toma su nombre de la sociedad literaria ”Ateneo Peninsular” de la cual fue sede después de su remodelación en 1915, comenzando a denominarse así en ese mismo año.
Posteriormente fue sede de diversas oficinas, tanto federales como estatales y se ocupa parte de la planta baja con locales comerciales. En los años treinta la mayor parte de la planta alta se destinó a la comandancia de la Jefatura de Operaciones Militares y después de la XXXII Zona Militar.
En la década de los ochentas, prácticamente se abandona. En 1990 todavía existía en la planta alta una oficina federal, pasando a ser propiedad una parte del Gobierno del Estado y en 1994, luego de ser remozado, se instala en el edificio el Museo de Arte Contemporáneo, mejor conocido como Macay.
Con información de la página oficial de Mérida