Algo que no puede faltar en la cocina mexicana es el chile. Los tenemos en diferentes versiones, desde el chile en su estado natural para acompañar la comida, las cientos de recetas de salsas para cualquier ocasión y con un sin fin de combinaciones de ingredientes, en polvo -ya sea para comer o para la autodefensa en el caso del gas pimienta-, para usos medicinales, como ingredientes para platillos típicos, hervidos, fritos, crudos. Diferentes tipos como el chile morrón, chile habanero, chile dulce, chile poblano, chile xcatic, chile manzano, chile jalapeño, chile serrano, chile verde, chile ancho, chile pasilla, chile de árbol, chile guajillo, chile mulato, chile cascabel, etc. Hay tantos como la cantidad de recetas para prepararlos. Y en los últimos tiempos han llamado la atención del comercio internacional.
Uno de los más importantes en la península de Yucatán, tanto como fuente de ingresos como por la preferencia de los consumidores locales, como en la tradición gastronómica, es el chile Habanero. Este chile ocupa el segundo lugar de territorio en el que se cultiva en Yucatán, sólo superado por el tomate. Se cree que no es nativo de Yucatán, pues no tiene un nombre en maya como los demás chiles de la región: xcat-ik, yaax-ik, chawa-ik, maax-ik y otros más. Según investigadores, este chile llegó a México por medio de vías comerciales terrestres desde Sudamérica, de las selvas amazónicas y se fue dispersando a través de Perú. Posteriormente fue llevado por migraciones indígenas de agricultores, pertenecientes a grupos arahuacos, ellos viajaron a través de las Antillas Menores para llegar a Puerto Rico, hasta República Dominicana, Jamaica y cuba, esto entre los años 250 d.C. y 1000 d.C.
Por ello, cuando los españoles llegaron a América, el ají ya se encontraba entre los condimentos preferidos de los nativos que lo comían para acompañar comidas o con el saká. En la actualidad, nuevos estudios han arrojado que el chile habanero contiene ciertas propiedades que hasta entonces no se había descubierto, como que elimina ciertas células cancerígenas, que contiene elementos antioxidantes, entre otros. Uno de los ingredientes que contiene es la capsicina, la responsable de que pique y la razón por la que más nos gusta consumirlo.
Si estás de visita a Yucatán no te olvides de probar estas recetas con un toque de chile habanero:
1) Xek de naranja:
Los yucatecos no me van a dejar mentir, este sencillo manjar es el preferido en días e calor. Consiste únicamente en pelar la naranja, deshacerte de la parte blanca y picarla. Lo pones todo en un bowl, plato o donde prefieras y le pones chile habanero molido que puedes conseguir en cualquier mercado o incluso tienda de Yucatán. También se le puede agregar alguna otra fruta de preferencia, ya sea jícama, mandarina, sandía, toronja, papaya o todas. Y es cuestión de cada quién el agregarle sal, limón o lo que gustes. Sólo de pensar en la receta se le hace a uno agua a la boca.
2) Chile habanero en escabeche
El ingrediente clave de esto es el vinagre, que le da ese sabor entre dulzón y agrio al chile, mezclado con zanahorias picadas, cebolla y algunas hojas aromáticas. Lo dejas reposar unos días y cuando esté listo lo puedes comer como prefieras. Le puedes poner un poco a tu caldo, con comida seca, o con tacos.
3) Salsas
Para los amantes de la comida picosa (culpable) no hay mejor acompañante que las salsas, y las salsas con chile habanero son las mejores y las que más se antojan. Se pueden freír con tomate y cebolla, también se puede picar con aguacate y tomate (guacamole), o se puede freír solo y licuarse con un toque de aceite que queda excelente para unos tacos o panuchos.
Las opciones están al alcance de tus gustos y tu creatividad porque este complemento representativos de los yucatecos es el condimento mexicano por excelencia.