De las muchas hermosas aves que habitan las selvas mexicanas. Probablemente, el Quetzal es el más simbólico. Esta ave esmeralda de larga cola y pecho rojo, fue símbolo de poder y alto estatus entre las antiguas civil aciones mesoamericanas. Los penachos de los gobernantes y los más grandes guerreros era adornados con las plumas del quetzal.
Su nombre científico es Pharomachrus mocinno, y su hábitat son los bosques de niebla, como lo hay en Chiapas, lugar en que actualmente reside la mayor cantidad de ejemplares. Pero los países en los que se encuentra son México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y El Salvador. Actualmente la especieMéxico, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y El Salvador. Hoy, su especie se encuentra amenazada por tala excesiva de los bosques, la consecuente destrucción de su hábitat y la cacería ilegal por la obtención de sus plumas o exhibición.
Hace poco se descubrió la dependencia que esta ave tenía sobre las bromelias y las orquídeas, de las que en su entorno natural toma agua. Estas plantas despiden ácido tánico, sustancia que ayuda a esta ave a metabolizar el hierro. Al carecer de estas plantas epífitas -que crecen sólo en los árboles- en cautiverio, el quetzal moría por intoxicación de hierro, estando en cautiverio. Por ello, pusieron manos a la obra para adquirirlas y mantenerlos con vida.
Esta maravillosa ave, en tiempos prehispánicos era capturada para tomar la cola de hasta 70 cm, del macho y liberado para que le creciera de nuevo. Son aves muy pacíficas que pueden estar quietas por mucho tiempo posadas en la copa de un árbol. Se alimentan de frutos del Lauraceae o aguacatil, moras silvestres e insectos. Normalmente se les encuentra en parejas o grupos de 4 a 6 aves. Anidan en los huecos de árboles grandes.
Muchas personas afirman que es imposible criar y reproducir al Quetzal en cautiverio. Sin embargo el ornitólogo mexicano Jesús Estudillo López , director del Programa de Conservación de especies de la Universidad Nacional de México, dice lo contrario. Este ha logrado solucionar los 2 mayores problemas en la cría de cautiverio: la humedad y la alimentación. Lo que da mayor esperanza a la preservación de la especie.
