1. Las Botellas de agua. No es que no puedas consumir nada líquido, pero muchas veces el exceso de sed hace que compremos botellas de agua “a la loca” y gastemos algunos centavos de más en cosas que no somos conscientes de estar gastando.
2. Los descuentos de la zona de Duty Free. Seguramente te confiaste y compraste una cantidad de cosas que estaban en descuento. El riesgo que corres cuando haces esto, es recibir un cargo adicional después de un tiempo, si el formulario de Tax Free no fue validado.
3. Propinas en bares y restaurantes. Quizá no eres una persona tacaña, pero no sabes que, en algunos países, está mal visto no dejar propina. Puede ser lo anterior, o que realmente te sientes mal yendo a otro país sin agradecer el servicio de un mesero o camarero.
4. Retirar efectivo de cajeros en el exterior. Se te acabó el efectivo o lo dejaste en el hotel. Afortunadamente llevaste una tarjeta que se puede usar en ciertos bancos del exterior… lo que no sabías, es que con el cambio de moneda, pierdes un poco de dinero.
5. Tarifas de taxis. Estás muy acostumbrado a pagar la mínima o a los cortos precios de las carreras de taxi. En el exterior, muchos turistas odian pagar ese “sobrecargo” en las tarifas de los taxis. Es solo que en otros países, los servicios de taxi son mucho más costosos.
6. Rutas de excursión y Tours improvisados. Muchos turistas odian darse cuenta de su bolsillo vacío a causa de buses turísticos que, a primera impresión, sonaban costeables y muy accesibles. Ten cuidado con esos antojos de turista si tienes el bolsillo algo apretado.
7. Wi-fi en el hotel. De las cosas que más molestan al estar fuera del país, es que el hotel cuente con un servicio de Internet gratis para los hospedados. ¿Pagar por Internet? No, gracias.
Estar de viaje es sin duda una experiencia maravillosa, pues se torna muy divertido, por las compras y los planes para conocer otras ciudades y países, es simplemente increíble.
En ese sentido, existen gastos muy necesarios para los que llevamos algo de dinero en bolsillos distintos. Sabemos en qué gastarnos el dinero y lo controlamos teniendo en cuenta, incluso, uno que otro gusto no planeado.
Sin embargo, hay una lista de siete cosas que no nos gusta pagar, ya que, muchas veces, son gastos con los que no contábamos y que, poco a poco, nos hacen terminar el dinero como menos esperábamos.