“Si te llegas tarde a la casa te va a llevar el Huay chivo, ¡oy quién te lo dice!”
Quizás no nos tenemos que remontar a los tiempos de nuestros abuelos para que estas frases, dichos, creencias, mitos, leyendas y demás, apliquen como cotidianos. En Yucatán todavía creemos -admitámoslo- en muchas de estas cosas que para el resto del mundo, e incluso de la población mexicana pudieran sonar inverosímiles o fantasiosos. “¿Se te perdieron tus llaves? Fueron los aluxes”.
He aquí diez de las creencias más populares del Yucatán de ayer y hoy:
1) Si te acercas a un bebé en esos días le va dar pujido. Cuando nace un bebé todos estamos emocionados por conocerlo. Pero para las mujeres que andan en aquellos días del mes, les está prohibido acercárseles, ya que de lo contrario, el bebé empieza a tener una serie de quejidos leves, que a la larga hará que el ombligo quede sobresaltado para siempre.
2) ¿Alguna vez se te han perdido las llaves del carro y las has encontrado en un lugar inesperado? ¿Escuchas ollas moverse en las noches y cuando vas a ver no hay nadie y todo está en su lugar? Silbidos extraños, risas, pequeñas piedras lanzadas de lugares desconocidos… ¡Felicidades, los aluxes hacen de las suyas en tu casa! Estos pequeños entes, también son llamados mal aire. En los tiempos de los antiguos mayas, se acostumbraba ponerles una ofrenda para que cuidaran de la milpa, en dado caso que al campesino se le olvidara llevarla, era castigado con travesuras y la milpa dejaba de dar buenas cosechas. Ahora, las historias se continúan contando a los hijos y nietos. Incluso se siguen oyendo casos de personas que son perdidos por estas invisibles criaturas en el monte. Si te topas con esta situación, la contra es muy simple. Si en tu casa sucede, puedes dejar colores y lápices debajo de tu hamaca o juguetes. Algunos dicen que como no saben usarlos, les da vergüenza y no regresan más. En el caso de perderte en el monte y andar en círculos sin poder recordar el camino, coloca tu ropa al revés, es decir, con la etiqueta en la parte de afuera. Esto los confunde y dejarán de molestarte, hay quienes aseguran que cuando se van de caza o a leñar, llevan siempre consigo un juguete para distraerlos y seguir con su camino.
3) Si cuando estás haciendo tortillas en el comal estas se inflan, quiere decir que le eres infiel a tu marido. Esta creencia es un poco antigua. La suegra se sentaba a ver cómo la esposa de su hijo hacía las tortillas, porque si llegaran a inflarse no había de otra que acusarlas y lo que le esperaba a la pobre mujer. Lo sé, suena cruel e injusto, pero era lo que se aceptaba como cierto en aquel entonces, estamos hablando de unos cincuenta años. Por eso, cuando la suegra se sentaba al lado del fogón para vigilar, la nuera pellizcaba la tortilla para que no se inflara y de esta manera se salvaba del pleito con el marido pero ganaba unas cuantas quemaduras en los dedos. ¿Habrá valido la pena?
4) Cuida los bebés de la mirada de los borrachos o que los chuleen demasiado los extraños, personas calurosas y aún más las mujeres embarazadas, si tienen la mirada fuerte, le puede dar ojo. ¿Qué es el mal de ojo? Es una especie de carga muy fuerte de energía, como los bebés son muy sensibles y los adultos tendemos a verlos mucho, querer abrazarlos, y darles besitos. La mirada pesada o la energía pesada provocan que al bebé le de una calentura muy fuerte, que llore constantemente, diarrea fuerte, incluso se dice que puede llegar a morir. Las madres que conocen de esto, saben que un buen remedio es pasarles un huevo por el cuerpo para que este cargue con el ojo. Cuando lo revientan en un vaso de cristal se verá lo que el niño tenía.
5) Cuando el tecolote canta, el indio muere. Hay muchos símbolos que se consideran de mal augurio en la cultura maya; la aparición de un perro negro en la noche, cuando los perros aúllan con dolor prolongadamente, cuando un camino de cientos hormigas grandes invade de repente tu casa, soñarse vestido de blanco, hay tantos y todos son claros para quienes fueron educados en una familia típica yucateca. Pero uno de los más temidos y tenebrosos es el canto del Tecolote o Tunkuluchú. Esta ave rapaz nocturna, una especie de búho, es el mensajero del inframundo, su canto es un augurio seguro de muerte la gente le teme. Algunos padres ponen machetes, jícaras o zapatos del papá debajo de la cama o hamaca del bebé como contra para cuando el Tunkuluchú pase volando por la casa no le pase nada. Porque además de ser un ave mensajera de la muerte, se lleva la vida de los recién nacidos. Esperemos nunca escuchar su tétrico canto.
