La noche más dolorosa de la cultura maya
“Y ví una enorme hoguera en el centro del atrio del convento, consumiendo mi historia, mi cultura, mis orígenes…y gran parte de mi existencia se iba en ella… Los hombres y mujeres, lloraban, gritaban y después de larga dolencia, …todo quedó en cenizas.” Se ejecutaba la mayor de las infamias conocidas en la historia del mundo maya.
12 de julio de 1562, Maní, Yucatán.- Fray Diego de Landa, provincial superior franciscano de Yucatán y encargado de la evangelización de los mayas, recibió el rumor de que en las cercanías del poblado de Maní, en el sur de Yucatán, un grupo de indígenas hacían ceremonias de adoración a imágenes paganas de los antiguos dioses mayas. Como consecuencia, estableció un tribunal inquisitorio y comenzó a interrogar a los indígenas y a incautar sus objetos religiosos, lo que incluía no sólo imágenes sino los códices. Al menos seis indios huyeron a la selva y allí se ahorcaron antes que confesar la localización de las imágenes que ellos protegían. Tras el interrogatorio y tortura se realizó un gran Auto de Fe en Maní en que Landa hizo quemar unos 5,000 ídolos y objetos sagrados. Quien luego escribiría la obra más importante sobre la cultura maya, fue el principal artífice de la destrucción de parte de ella.“Encontramos un gran número de estos libros e ídolos, que no eran otra cosa mas que supersticiones y mentiras del diablo, por ello, se los quemamos todos, lo que lamentaron en un grado increíble y les causó gran aflicción” - Fray Diego de Landa.
Por: Carlos Varela